7  de enero: Estados Unidos: la resaca del asalto al Capitolio
  • Article de Jordi AMAT a The Objective (7-01-21): La marcha sobre el Capitolio «Cuando la historia convoca a los ciudadanos a la calle y no a las urnas, el pluralismo tiembla»
  • Anàlisi d’Amanda TAUB a The New York Times (7-01-21): ¿Fue un intento de golpe? No exactamente, pero tampoco ha terminado Los expertos dicen que las acciones recientes del presidente Trump y sus seguidores son más difíciles de detener que un golpe de Estado y ofrecen como ejemplo los retrocesos democráticos de países como Turquía y Venezuela … “Estos días, las democracias tienden a colapsar tras recaídas graduales que no llegan a cuadrar con la definición técnica de golpe de estado pero que resultan ser más dañinas. En países de todo el mundo —entre ellos Turquía, Rusia, Hungría y Venezuela— ha surgido un patrón claro en el que los líderes llegan al poder a través de elecciones pero luego socavan las normas, desmantelan las instituciones y cambian las leyes para retirar las restricciones a su poder. Al final, sus países son, excepto en nombre, dictaduras”.
  • Article de Michael S.SCHMIDT i Maggie HABERMAN a The New York Times (7-01-21) sobre la hipòtesi de l’autoperdó presidencial: Donald Trump ha considerado otorgarse un perdón, según colaboradores El presidente ha insinuado, de acuerdo con personas enteradas, su intención en las últimas semanas. No queda claro si lo había discutido después de alentar a sus seguidores a marchar hacia el Capitolio, al que algunos de ellos irrumpieron
  •  Anàlisi d’Anne APPLEBAUM a The Atlantic (7-01-21): What Trump and His Mob Taught the World About America The allure of democracy was the nation’s best asset abroad, but the president squandered it by inciting political violence … “After yesterday, they will have one less source of hope, one less ally they can rely upon. The power of America’s example will be dimmer than it once was; American arguments will be harder to hear. American calls for democracy can be thrown back with scorn: You dont believe in it anymore, so why should we? So much has been carelessly thrown away by this president; so much has been thoughtlessly abandoned; so many hard-won friendships and alliances have been forgotten by Trump, and by his enablers in the Senate, the Cabinet, and the far-right press. They don’t understand democracy’s true value—and they never will”.
  • Article d’Ernesto CALVO a Agenda Pública (7-01-21) sobre la decisió política de no protegir el Capitoli: ‘The Congress has fallen’ “El último acto político de Trump resume bien su Presidencia: un ejercicio banal e indiscriminado del poder para favorecerse él y a su base electoral; un jefe político cuya única agenda es la validación narcisista de su casta y cuyo único instrumento es la demanda de autoridad. Pero la toma del Congreso no se explica por las demandas de Trump, sino por la decisión política de no proteger el Congreso. En los próximos días, el foco no apuntará a explicar la violencia del trumpismo, sino la decisión de las Fuerzas de Seguridad de apartarse a un lado. En un país obsesionado por la seguridad, es imposible explicar la toma del Congreso por un par de cientos de sujetos moderadamente armados en el momento en que la totalidad de los senadores y diputados sesionan conjuntamente. La Policía, el FBI, la Guardia Nacional y el DHS llegaron tarde a una cita cuya fecha fue decidida antes de que todos ellos nacieran, en la que posiblemente sea la ciudad más vigilada del mundo”.
  •  Article de Jan-Werner MUELLER a Project Syndicate (7-01-21): Hay que destituir y proscribir ya mismo a Trump. “Aunque es un asunto serio negar a las personas sus derechos civiles básicos, el presidente estadounidense saliente, Donald Trump, se merece con creces tal castigo. Para que los republicanos eviten ser devorados por el movimiento insurreccional que han desatado, deben apoyar el juicio político, la destitución y la exclusión permanente de Trump de la vida política”.
6 de enero: seguidores de Trump convocados bajo el lema «Stop the Steal» frente al Capitolio (foto: Spencer Platt/Getty Images)
  8  de enero: Estados Unidos: la resaca del asalto al Capitolio
  • Crònica d’Argemino BARRO a El Confidencial (8-01-21): La presidencia de Trump se tambalea entre presiones de Washington para su destitución A solo 12 días de dejar el poder “de forma ordenada”, como él mismo ha prometido, Donald Trump se ha colocado en una situación muy vulnerable … Todo el mundo hubiera muerto de no ser por el hecho de que la policía del Capitolio estaba allí … “Los sucesos de Washington nos llegan con relativa transparencia, a través de las declaraciones y comunicados oficiales de los líderes, y del trabajo de los periodistas. Lo que resulta más inasible es el sentir de las bases republicanas, cuyos sentimientos no suelen coincidir con los de quienes escriben las narrativas de Estados Unidos. Una temprana encuesta de YouGov refleja que casi la mitad de los votantes republicanos, el 45%, aprueba el asedio del Capitolio”.
  • Crònica de Beatriz NAVARRO a La Vanguardia (8-01-21) sobre la violència antigovernamental: De los chats a los pasillos del Capitolio La desinformación echa gasolina a un nuevo capítulo de la larga historia de la violencia política en EE.UU … La inminente llegadade un presidente demócrata a la Casa Blanca puede aumentar los grupos antigobierno … “Aunque la historia de la violencia política en EE.UU. incluye una guerra de Secesión que dejó 600.000 fallecidos, cuatro presidentes y varios candidatos muertos a tiros, más de 3.000 linchamientos de negros, duelos mortales y varias bombas, el país nunca se ha enfrentado a la perspectiva de que fuera el presidente de su República –pronto expresidente– quien la alentara. Ayer, después de que el Congreso certificara la victoria de Biden en las elecciones presidenciales, Trump anunció que aunque discrepa y “los hechos” le dan la razón, habrá un relevo de poder pacífico. Pero el final de su mandato, avisó, ‘significa el comienzo de nuestra lucha para hacer América grande de nuevo’”.
  • Anàlisi d’Antoni GUTIÉRREZ-RUBÍ a El País (8-01-21) sobre les derrotes de Trump: Las “personas muy especiales” de Trump “1. La derrota electoral y política. Los demócratas Raphael Warnock primero y, finalmente, Jon Ossoff ya son senadores por Georgia, después de las elecciones de este martes. Los demócratas lo necesitaban para tener en control del Senado y hacía muchos años que el partido demócrata no lo tenía. Ello quiere decir que Biden podrá legislar sin demasiados problemas. Los trumpistas se quedan sin capacidad de bloqueo. 2. La derrota simbólica. El reverendo Warnock, que predica en la misma iglesia que lo hacía Martin Luther King, es el primer afroamericano senador por Georgia. Una fuertísima carga estética y é Un símbolo político. 3. La derrota de su relato. Era lo más importante, porque reafirma que Georgia deja de ser republicana. Se le acaban los argumentos conspiranoicos. Se queda sin “realidad alternativa”. O miente, o niega, o enloquece. Y la vista de lo sucedido por la tarde, parece que nos enfrentamos a la última opción. 4. La derrota personal. Ha perdido -de nuevo- Donald Trump, que una vez más protagonizó la cita electoral. Aislado, derrotado y empecinado. Trump pierde el 2020 e hipoteca, casi definitivamente, su futuro político. Sin victoria en Georgia no hay teoría alternativa”
  • Article d’Alexander STILLE a El País (8-01-21) sobre el Partit Republicà: El cínico doble juego del partido republicano Es posible que la turba furiosa que irrumpió en el Capitolio creyera sinceramente que hubo un fraude electoral, pero los políticos que les habían animado desde dentro sabían que no lo hubo … “Los dirigentes republicanos han intentado tener lo mejor de dos mundos: han querido aprovechar con fines electorales el tirón demagógico de Trump al tiempo que insistían en que eran un partido conservador normal dentro de un sistema democrático” … “Los republicanos se han mostrado muy dispuestos a contemporizar con la fiera, hasta que esta los ha devorado. En esta trágica farsa existe la posibilidad de que muchos se den cuenta de que tienen que alejarse del precipicio nihilista del populismo de derechas. Algunos estarán dispuestos a colaborar con el nuevo presidente Biden en temas como una campaña nacional de vacunación, un programa para reconstruir las infraestructuras o la subida del salario mínimo. Otros tendrán la tentación de cabalgar sobre la bestia. El futuro de la democracia en EE UU puede depender de cuál de estos dos grupos gane”.
  • Anàlisi de Lluís URÍA a La Vanguardia (8-01-21) sobre la complicitat dels republicans: Cómplices del golpe Un nutrido grupo de 145 congresistas republicanos, liderado por el senador Ted Cruz, avaló con su voto las acusaciones falsas de fraude electoral de Trump … “El hombre al que hay que prestar atención es Ted Cruz, el senador de Texas que ha liderado desde el Congreso la contestación a los resultados electorales y ha orquestado las maniobras que buscaban obstaculizar la certificación oficial de la victoria de Biden y deslegitimar su presidencia alimentando las acusaciones de fraude”.
  • Anàlisi de Ramon AYMERICH a La Vanguardia (8-01-21) sobre els trumpistes exaltats: ¿De dónde salieron? Los exaltados que asaltaron el Capitolio son la última expresión del declive blanco, que observa con angustia que pronto dejará de ser la minoría dominante … “Si hubiera que resumirlo en una sola palabra sería esta: blancos. Gente blanca que pensaba que jugaba en campo propio porque tenía delante a policías amigos (si los manifestantes hubieran sido de Black Lives Matter, aquello habría sido una masacre) y a los que acabó insultando por ‘traidores’”.
  • Comentari de Lluís FOIX a La Vanguardia (8-01-21) sobre la destitució exprés de Trump: La frágil fuerza de la democracia No es lógico que el líder de la insurrección en el Congreso siga unos días más en la Casa Blanca … “El mal está hecho y una destitución solo serviría para mitigar el daño producido a la imagen de la primera y más consolidada democracia del mundo. Pero sería un gesto que marcaría el triste final de un presidente mentiroso y autoritario y, sobre todo, ayudaría a desactivar el trumpismo, que recibió más de 70 millones de votos en las elecciones del 3 de noviembre. Trump no es el problema, pero el trumpismo no ha muerto y no es democrático”.
  • Article de José Miguel CONTRERAS i Eva BAREA sobre la desfeta mediàtica de Trump: La doble humillación política y mediática de Trump Lejos de reforzar sus posiciones, el asalto al Capitolio alentado por el líder republicano le ha hecho perder credibilidad y respeto … “No es que la figura política de Trump haya aprovechado el uso de la comunicación como un recurso decisivo. El fenómeno va mucho más allá. Se trata de asumir que la comunicación es la base de la figura de Trump. La construcción de sus mensajes rara vez se han cimentado en hechos, si no en la creación de escenarios alternativos cultivados y extendidos a través de sus medios afines y las redes sociales. Como hace unos días afirmaba el periodista Ross Douthat, «el problema clave es la desinformación que se extiende hacia abajo, desde los medios de comunicación partidistas y los estafadores de las redes sociales, hasta los que se engañan fácilmente”. Visto desde la distancia, pasados cuatro años, ahora cobra aún mayor valor aquella famosa intervención de Kellyanne Conway, asesora de cabecera de Trump, tras la polémica sobre el número de asistentes a la toma de posesión del presidente. Las imágenes difundidas dejaban claro, sin lugar a duda ninguna, que la asistencia de seguidores había sido sensiblemente inferior a la que que consiguió Obama tras ganar las elecciones de 2008. El portavoz oficial de la Casa Blanca, Sean Spicer declaró textualmente en la rueda de prensa oficial: «Con los datos que tenemos, hubo más asistentes en la toma de posesión de Trump que en la de Obama». Todos los medios desmintieron la flagrante falsedad fácilmente desmontable. Kellyanne Conway le apoyó al día siguiente y explicó ante los periodistas que ellos ‘manejaban hechos alternativos a los que habían mostrado los medios’».
  • Article de GUILLERMO ALTARES a El País (8-01-21) sobre un precedent de 1876: El antecedente de 1876 por la disputa de los votos que impuso la segregación racial Nadie ha discutido los votos del Colegio Electoral desde el final de la guerra civil estadounidense …
  • Anàlisi de Donald TWINING a Foreign Affairs (8-01-21): The U.S. Struggle Proves That Democracy Is Priceless Authoritarians Abroad Should Take No Comfort From the Capitol Siege … The most powerful man in the world will relinquish power on January 20 and cede to new leadership chosen by the American people. 
  • Crònica de Kim LANE SCHEPPLE a Agenda Pública (8-01-21): Insurrección “Pensemos en lo que podría pasar si Trump no es removido del poder. Todavía controla el Ejército y, aunque parezca del siglo XX, tiene los códigos nucleares. Puede comenzar una guerra en el extranjero, llamar a sus partidarios fuertemente armados a hacer lo que los militares no están dispuestos dentro del país, impedir que el Congreso se reúna y prometer el perdón a todos sus partidarios que acudan en su defensa. Puede negarse a dejar la Casa Blanca. Ésta podría ser la primera conflagración de las muchas que Trump ha planeado para su final. No tenemos ni idea de lo que tiene en mente, pero su intención muy bien puede ser permanecer en el cargo. Un presidente que aún tiene todas las palancas del poder estatal, con un partido y un Gabinete acobardándose ante él, es una persona muy peligrosa. Debe ser removido. Y las únicas personas que pueden destituirlo constitucionalmente es este Congreso; el que fue dispersado hoy por los matones de Trump. Son testigos de todas las pruebas que necesitan para impugnar a Trump y destituirlo inmediatamente. Deben hacerlo.
  • Anàlisi de Roger SENSERRICH a política&prosa (8-01-21): Un país exhaust. “Els Estats Units avui són un país fart, cansat de viure en la tensió i la tragèdia. Els darrers quatre anys de política americana han estat un torrent constant d’escàndols, fets impensables, declaracions incomprensibles i fets inexplicables, invariablement provocats pel seu president. La democràcia és un sistema polític que depèn de la participació dels seus ciutadans, però també de la seva naturalesa previsible. L’estat de dret, el govern per la Llei, és una estructura pensada per fer que els qui governen segueixin unes normes i no es comportin de manera arbitrà Els nostres drets estan protegits; els polítics seran de dretes o d’esquerres, però si no els fem cas el pitjor que podem témer és una pujada d’impostos. La presidència de Donald Trump ha canviat això radicalment, alterant completament la relació del país amb la política. Els Estats Units eren un lloc, fins fa poc, on podies ignorar la política del tot. Era important, sí, i prenia decisions crítiques per al futur de tots, però no calia témer el que feien els representants. Els darrers quatre anys, el que va ser durant una dècada un personatge d’espantosos reality shows a la TV americana ha convertit el sistema polític en un drama constant, un conflicte amb implicacions que ningú no pot ignorar”.
  • Anàlisi d’Oriol BARTOMEUS a La ciutat llunyana (8-01-21): http://oriolbartomeus.blogspot.com/2021/01/el-dow-jones-no-mira-al-capitoli.html “Hi havia un temps en el que la política tenia capacitat d’influir en l’economia. Un temps on el que feien els governs tenia un efecte sobre els beneficis de la gran economia, de la banca, de les grans corporacions. Sobretot els governs de segons quins països (el d’Estats Units, per damunt de tots). Aquest temps s’ha acabat. I si s’ha acabat per als Estats Units, imagineu-vos què passa amb els governs d’altres paï La política s’ha quedat sense eines (i sense manual) per influir en les grans tendències de l’economia. Li pot demanar almoina (i ho fa, per finançar les campanyes electorals), però ja no té capacitat coercitiva, o ni tan sols d’influència. Per a la gran economia, el millor que pot fer la política és no molestar. I això intenta. Però hi ha quelcom d’aquest episodi que va més enllà de les relacions de poder i que defineix perfectament aquest temps nostre. El poder econòmic marca el camí que, tard o d’hora, de grat o per força, haurem de seguir tots: l’acceptació de la incertesa. És més, l’adaptació a un món incert, volàtil, inestable. El diner ja no té por, el diner ha après a moure’s en aquest nou espai on res és sòlid. No només ha après a moure-s’hi, a après a treure’n benefici. El diner ja no busca la seguretat, sinó tot el contrari. Instiga la inseguretat, perquè sap que en pot treure més rendiment. I aquesta inseguretat és el medi on es desplega el nou temps, i el diner ho sap, ho ha vist i ha decidit que quan abans aprengui el nou ball millor per a ell. Mentrestant els altres, la resta, seguim anhelant el món d’ahir, el de les coses certes i previsibles, aquell món on les sessions al Capitoli són avorrides i no les rebenten turbes d’homes blancs que possiblement també demanen certeses i un cert retorn a un món previsible, estable i senzill on tot és al seu lloc”.
Multitud de partidarios de Trump entrando en la Rotonda del Capitolio el 6 de enero (foto: Win McNamee/Getty Images)
9 de enero: Estados Unidos: la resaca del asalto al Capitolio
  • Crònica de Yolanda MONGE a El País (9-01-21): Los peligros de los últimos 12 días de la presidencia de Trump Trump no asistirá a la toma de posesión de Biden el 20 de enero, la primera vez que ocurre desde 1869
  • Anàlisi de Pedro RODRÍGUEZ a El Periódico (9-01-21): ¿Qué ocurrió en el Capitolio? En tiempos tan confusos, el asalto al Congreso en Washington es caracterizado simultáneamente como un acto vandálico, una insurrección, un acto de terrorismo doméstico y hasta un esperpéntico golpe de Estado … “El problema es que en un mundo políticamente cada vez más confuso se tiende a combinar elementos pertenecientes a categorías morales que hasta ahora se consideraban incompatibles. Y el resultado sería una extraña amalgama. Hasta el punto de que el politólogo Jay Ulfelder ha acuñado la irónica expresión de “el golpe de Schrödinger”, sirviéndose del Nobel austriaco Erwin Schrödinger y su famosa paradoja para explicar lo desconcertante de la física cuántica con el experimento de un gato que puede al mismo tiempo estar vivo y muerto. En este sentido, los nuevos golpes con gato encerrado “existen en un perpetuo estado de ambigüedad, simultáneamente golpe y no-golpe”, sin esperanza alguna de volver a la claridad categórica del pasado. En definitiva, dentro de un ciclo global de populismo y autoritarismo –con la paradoja de un mundo que celebra cada vez más elecciones pero tiene menos democracia–   hablar de golpe o de insurrección como escenarios diferentes estaría dejando de tener sentido. La clave se encuentra en todo lo que puede ocurrir una vez que se empiezan a buscar atajos fuera del orden constitucional”.
  • Article de Paul KRUGMAN a El País (9-01-21): Es hora de plantar cara a los fascistas que nos rodean Donald Trump es un autoritario dispuesto a usar la violencia en su estrategia nacionalista y racista … .” Si alguien se imagina que la gente que atacó el Capitolio desaparecerá sin más en cuanto Biden se instale en la Casa Blanca, es un iluso. ¿Qué podemos hacer? Es hora de dejar de apaciguar a los fascistas que nos rodean. Las fuerzas del orden deberían intentar detener a tantos participantes en el ataque del miércoles como sea posible. Y cualquiera que pretenda interferir de manera violenta con la transferencia de poder también debería ser arrestado. Alguien tiene que rendir cuentas por todos los delitos que se han cometido a lo largo de los últimos cuatro añ ¿Acaso alguien duda de que los aliados y socios de Trump hayan participado en actos delictivos? No me digan que deberíamos mirar hacia delante, no hacia atrás; exigir responsabilidades por las acciones pasadas será crucial si queremos que el futuro sea mejor. El apaciguamiento es lo que nos ha traído hasta aquí. Tiene que parar, ya mismo”.
  • Article d’Arnold SCHWARZENEGGER a La Vanguardia (9-01-21): El Día del Juicio Es hora de poner fin al intento «estúpido, loco y malvado» del presidente Trump de aferrarse al poder, afirma el antiguo gobernador de California … “El dominio alterno de una facción sobre otra, agudizado por el espíritu de venganza, connatural a la disensión partidaria, que ha cometido en diferentes épocas y países las más horrorosas atrocidades, constituye en sí un espantoso despotismo. Sin embargo, conduce a la larga a un despotismo más formal y permanente. Los desórdenes y las desgracias que resultan de él inclinan gradualmente la mente de los hombres hacia la búsqueda de seguridad y descanso en el poder absoluto de un individuo; y tarde o temprano el jefe de alguna facción predominante, más capaz o más afortunado que sus rivales, desvía esa disposición hacia los propósitos de su propio ascenso, sobre las ruinas de la libertad pública” (Cita de George Washington)
  • Anàlisi de Manuel CASTELLS a La Vanguardia (9-01-21): Insurrección USA Trump tuvo el veto anticipado de los líderes militares y la oposición de personas clave … “Por eso es frágil la democracia y no solo en Estados Unidos. Porque tiene sus raíces en la le­gi­timidad de las instituciones en la mente de los ciudadanos. Si la confianza se desvanece en un contexto en que las ubicuas redes sociales generan tormentas de desinformación y en que la pandemia socava nuestras vidas, todo es posible. Por eso hay que acabar con la crispación política. Y que los ciudadanos sientan para qué les sirven las instituciones democráticas”.
  • Anàlisi d’Ignacio SÁNCHEZ-CUENCA a La Vanguardia (9-01-21): Los 400 golpes “Lo sucedido en Estados Unidos se aproxima bastante a un intento de golpe, pero creo que, en último término, no lo fue. Fue una protesta ciudadana, incitada por un presidente irresponsable y protago­nizada por un número más bien reducido de lunáticos, convencidos, como el presi­dente, de que se ha cometido un fraude electoral a gran escala. Protestaron, mediante actos ilícitos, usando fuerza no armada, contra la certificación de los resultados electorales por el Congreso. Resulta de suma gravedad que asaltaran el Congreso, sin duda, y más todavía que lo ­hicieran animados por el todavía presidente Trump, y que lo que estuviera en juego fuera la alternancia en la presidencia. No pretendo en absoluto minusvalorar lo sucedido. Con todo, no creo que fuera un intento de golpe. Los asaltantes no tenían un plan de acción una vez en el Congreso y no estaban suficientemente coordinados; de hecho, se limitaron a deambular por él, entrando en diversas estancias, haciéndose selfies y actuando como fanfarrones ridículos que pusieron en peligro la seguridad de los legisladores. Fue, a mi entender, una protesta delirante, pero no una auténtica insurrección. Tras conseguir los asaltantes detener la sesión conjunta de las Cámaras, se los pudo desalojar sin demasiada violencia y reanudar el debate parlamentario”.
  • Anàlisi de Josep RAMONEDAEl País (9-01-21): L’assalt al Capitoli i el malestar de la política “Trump se n’anirà, però aquesta experiència no quedarà com una anè La polarització no és casualitat. És la conseqüència d’una fase del capitalisme que ha deixat molta gent desconcertada i desemparada que busca reconeixement desesperadament. Per què hi ha tants ciutadans que se senten exclosos i busquen la redempció en l’autoritarisme i en l’odi? Arrossegades per la quimera del creixement, la jerarquia dels diners i les trampes de la meritocràcia, les democràcies han perdut l’alè, s’han estancat. No n’hi ha prou amb condemnar l’assalt al Capitoli, o la política recupera el pols o la societat quedarà als peus de la impostura de l’autoritarisme postdemocràtic”.
  • Crònica de The Economist (9-01-21) sobre la mutació trumpista del Partit Republicà: The terrible scenes on Capitol Hill illustrate how Donald Trump has changed his party And how hard it will be to rid it of him … “This illustrates why Republican voters could indeed stay unusually loyal to their defeated leader—and how hard it will be to wean them back to moderation even if they do not. They are a new base, dominated by white, working-class males, who hear the president’s raging against the liberal and conservative establishments as an expression of their own frustrations in a changing country. They make the Tea Party look constructive. Mr Trump has ushered into the conservative mainstream a politics of emotion and mindless opposition, as far from the governing philosophy of Reaganism as it is from communism. “If Reagan was around today it would be very hard to convince the Republican Party that he was a staunch conservative,” concedes Mr Dittrich, of his former hero. For his part, the genial party chairman claims to have “moved a little bit more conservative”, a development he finds hard to explain, though he contrasts it with his former enthusiasm for bipartisanship”.

Portada:  partidarios de Trump  el 6 de enero de 2021 frente al Capitolio en Washington, DC. (foto: Jon Cherry / Getty Images)

Ilustraciones: Conversación sobre la historia

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