Un fuerte y un palacio, dos hitos del terror franquista y del GAL en Pamplona y Donostia para allanar la Ley de Memoria

Rodrigo Saiz /
Iker Rioja Andueza

 

El Gobierno de Pedro Sánchez ha logrado salvar la ley de Memoria Democrática que será aprobada en las próximas semanas en el Congreso de los Diputados merced a un acuerdo alcanzado este martes con EH Bildu, cuyo apoyo a la norma se suma a los ya alcanzados entre los partidos del Ejecutivo, PSOE y Unidas Podemos, y socios de la investidura como PNV, PDeCAT o Más País. A cambio de los votos favorables de los diputados de EH Bildu, el Gobierno aceptará una serie de enmiendas de la coalición abertzale y se compromete, “en el plazo máximo de un año”, a adecuar el fuerte franquista de San Cristóbal, situado en Pamplona, en un “espacio de memoria” y la cesión del palacio de La Cumbre al Ayuntamiento de Donostia.

El Estado desclasifica y cede a Navarra los expedientes penitenciarios de una de las principales cárceles del franquismo

Se trata de dos hitos del terror franquista y del GAL en Navarra y en Gipuzkoa. El primero fue uno de los principales penales de la dictadura por el que pasaron más de 7.000 presos políticos republicanos, de los que 700 protagonizaron en mayo de 1938 la mayor fuga carcelaria de Europa hasta la fecha. El segundo fue adquirido por el régimen en 1944 para completar sus lujosas residencias para las estancias estivales en Donostia y, ya en democracia, quedó abandonado y en 1983 fue utilizado por el GAL ‘verde’ de la Guardia Civil para secuestrar y torturar a Joxean Lasa y Joxi Zabala, luego asesinados.

Lámina 1. Pamplona.- Importantes trabajos de defensa en el cerco de San Cristóbal, en ejecución por el Cuerpo de Ingenieros militares. (Dibujo de D. Nemesio Lagarde). La Ilustración Española y Americana, Madrid, 22 de abril de 1881. nº XV, p. 253. (fuente Universidad de Navarra)
Lámina 1. Pamplona.- Importantes trabajos de defensa en el cerco de San Cristóbal, en ejecución por el Cuerpo de Ingenieros militares. (Dibujo de D. Nemesio Lagarde). La Ilustración Española y Americana, Madrid, 22 de abril de 1881. nº XV, p. 253. (Fuente: Universidad de Navarra)

El Fuerte de San Cristóbal está situado a las afueras de Pamplona, excavado en la cima del monte Ezkaba. Se comenzó a construir en 1878 como un complejo militar para defender la capital de Navarra, pero tardaron tanto en acabarlo que cuando por fin lo hicieron, en 1919, la irrupción de la aviación de guerra dejó este tipo de infraestructuras obsoletas. Con el golpe militar de 1936, los sublevados lo utilizaron como prisión, donde presos políticos llegados de toda España sufrieron condiciones inhumanas. Proyectado para unas 350 personas, llegó a albergar hasta 2.500.

Interior del fuerte de San Cristobal
Interior del fuerte de San Cristobal

El 22 mayo de 1938 dos presos comunistas, Leopoldo Picó Pérez y Baltasar Rabanillo Rodríguez, hartos de ver a sus compañeros morir por las torturas, la tuberculosis, la malnutrición, el hacinamiento y demás penurias, planearon y dirigieron un motín que tuvo como resultado la liberación de un tercio del penal. Al caer la tarde tomaron las armas, redujeron a la guardia, salieron de la cárcel y se lanzaron monte abajo. Su destino era Urepel, justo al otro lado de la frontera, en Francia, donde esperaban reencontrarse con la democracia que habían defendido en España.

GR-225, la ruta de montaña que sigue el itinerario de los presos fugados en 1938 desde San Cristobal hasta Urepel
GR-225, la ruta de montaña que sigue el itinerario de los presos fugados en 1938 desde San Cristobal hasta Urepel

De los 795 presos que lograron escapar, tan solo tres fueron capaces de recorrer los 53 kilómetros que les separaban de la muga francesa, ruta hoy convertida en la GR–225, en homenaje a la fecha de la gran huida. El resto de los fugados se quedó por el camino, 206 fueron ejecutados en la propia ladera del monte y otros muchos fueron devueltos al penal.

Detalle de un enterramiento en el cementerio de las botellas. Fuente: Asociación Tximparta-Fuerte de San Cristóbal
Detalle de un enterramiento en el cementerio de las botellas. Fuente: Asociación Tximparta-Fuerte de San Cristóbal

Los números de la cárcel recuerdan a los episodios más negros de la historia de Europa: hasta 7.000 presos republicanos sufrieron la dureza de sus condiciones y más de 2.000 fallecieron ejecutados o a consecuencia de las condiciones infrahumanas en las que vivían. Fueron tantas las víctimas que los doce cementerios de los pueblos que conformaban la Cendea de Ansoáin, antiguo municipio conformado por los diez pueblos que hoy forman Berrioplano, Berriozar y Ansoáin se quedaron sin espacio para sus propios vecinos fallecidos. Por eso habilitaron un lugar cercano conocido como cementerio de las botellas, porque alguno de los encargados de enterrarlos colocaba entre las piernas de los cadáveres una botella con sus datos personales para que pudieran ser identificados en un futuro. Pese a que el Gobierno de Navarra ya ha podido exhumar e identificar a más de un centenar de los presos que murieron en el penal, más de 150 continúan en paradero desconocido.

La noticia de que será convertido en “lugar de memoria” ha sido celebrada por las asociaciones memorialistas de la comunidad foral que durante años llevan trabajando para que la historia no caiga en el olvido. Es el caso de la Asociación ‘Txinparta’, cuyo presidente, Koldo Pla, lamenta que en la actualidad tan solo se puede visitar el fuerte, que depende del Ministerio de Defensa, los primeros viernes de cada mes a excepción de julio y agosto, meses en los que permanece cerrado. Desde esta asociación esperan que con este acuerdo, el complejo se abra al público con visitas guiadas que permitan conocer las penurias que sufrieron miles de presos republicanos.

Franco, Carmen Polo, Juan Carlos I y los GAL: la historia de La Cumbre
Carmen Polo y Carrero Blanco durante la celebración de un banquete en los jardines del Palacio de la Cumbre en San Sebastián. KUTXATEKA | VICENTE MARTÍN
Carmen Polo y Carrero Blanco durante la celebración de un banquete en los jardines del Palacio de la Cumbre en San Sebastián. KUTXATEKA | VICENTE MARTÍN

La restitución del Palacio de la Cumbre de Donostia ha sido incluida como enmienda por parte de EH Bildu –y también de ERC– por su “significación histórica”. Construido hacia 1862, es una finca de entre 12.000 y 18.000 metros cuadrados, en función de la fuente. En 1944, fue adquirido por el Estado, en concreto por Exteriores. El dictador tenía predilección por Donostia y fue una más de sus instalaciones estivales. En el archivo de la Kutxateka constan imágenes de recepciones allí de Carmen Polo, esposa del jefe del Estado, o de Luis Carrero Blanco, su delfín. Con el cambio de régimen, el espacio quedó en desuso. En 1981, la hemeroteca recoge que se produjo una estancia del entonces jefe del Estado, el rey Juan Carlos I, y de su entonces esposa, Sofía. El espacio tuvo que ser amueblado de urgencia al encontrarse vacío. Trajeron el material del palacio de Miramar y Juan Carlos I dijo estar viendo “visiones” ya que él estuvo formándose tres décadas antes en aquel lugar y estaba rodeado de los mismos muebles que cuando era un niño, según recogió ‘El Diario Vasco’.

En 1983, el palacio fue traspasado de Exteriores a Interior. Pocos meses después, se produjeron los hechos más graves que se han registrado en la finca. Agentes de la Guardia Civil que conformaban el denominado GAL ‘verde’ secuestraron a los supuestos miembros de ETA Joxean Lasa y Joxi Zabala y los ocultaron en el sótano del palacio. Según ‘El País’, una guarnición de entre 16 y 18 agentes perfectamente coordinados con los mandos de Intxaurrondo se encargaba de las vigilancias y de los interrogatorios bajo tortura. Lasa y Zabala, después, fueron trasladados a Alicante, donde fueron enterrados en cal viva. En 1985 aparecieron los restos y en 1995 fueron identificados. Después del episodio de Lasa y Zabala, gobernadores civiles de Gipuzkoa –precisamente socialistas– utilizaron La Cumbre como residencia. En la actualidad, sus usos por parte del Estado son muy limitados, según antiguos cargos de la Delegación del Gobierno.

Interior del palacio KUTXATEKA | AGUSTINA ZUGASTI (VDA. DE MARTÍN)
Interior del palacio KUTXATEKA | AGUSTINA ZUGASTI (VDA. DE MARTÍN)

Fuentes del Ayuntamiento donostiarra, gobernado por el PNV, han asegurado a Europa Press que desconocían la negociación con EH Bildu, aunque las enmiendas de la coalición con esta petición son públicas desde hace meses (página 39). “Esperamos que esta cesión sea una buena noticia para Donostia siempre y cuando podamos disponer del palacio para su utilidad pública de disfrute de la ciudadanía”, han expresado estas fuentes, que confían en que la reversión “no suponga cargas gravosas para la ciudad” ya que es un espacio con un elevado nivel de protección arquitectónica. Se da la circunstancia de que es al menos el tercer espacio que el Estado va a ceder a la ciudad desde que gobierna Pedro Sánchez. Se acordó el traslado de los cuarteles militares de Loiola, que pasarán a ser zona urbanizable, y también cuando se termine de construir por parte del Ministerio del Interior la nueva cárcel de Zubieta el antiguo penal de Martutene –temporalmente en manos del Gobierno vasco– será también devuelto al municipio.

 

Fuente: El Diario.es Navarra, 29 de junio de 2022


Foto de cabecera:El fuerte de San Cristóbal sobre el monte Azcaba, a vista de pájaro.
FOTOGRAFÍA DE QUARENDO INVENIETIS

Ilustraciones: Conversación sobre la historia

4 COMENTARIOS

  1. Este artículo, impropio del rigor de una revista de prestigio como «conversaciónsobrehistoria» se refuta en un tweet : «Convivencia Civica Catalana
    @CCivicaCatalana·
    El zulo donde enterraron en vida a Ortega Lara, el bosque donde mataron a Miguel Ángel Blanco o la Casa Cuartel de Vic donde asesinaron a 5 niños no son lugares de ‘Memoria democrática’
    Memoria democrática es que un asesino etarra diga que le torturaron y se embolse 100.000euros»

  2. Con ánimo de completar la información hay que recordar que los trabajos de investigación y exhumación del primer grupo de víctimas los hizo el equipo de la Sociedad Aranzadi, con el rigor que le caracteriza. De ahí salió el libro-informe «El cementerio de las botellas. El fuerte de San Cristóbal en la memoria: de prisión a sanatoria penitenciario» (dirección Francisco Etxeverría y Koldo Pla; Pamiela, 2014), muy bien documentado y contextualizado.
    Años antes, Félix Sierra Hoyos había publicado «La fuga de San Cristóbal, 1938». (Pamiela, 1990). Sierra halló fortiuitamente los expedientes de dos consejos de guerra que son clave para conocer este episodio: uno contra los 17 presos supuestos promotores de la evasión y otro contra 568 evadidos (fueron muchos más). Había un tercer sumario contra los soldados y funcionarios del fuerte, que no se conserva. Aclara que no todos eran presos políticos o de guerra, pues había comunes.

  3. Buenos días: En contra lo que Vd, sostiene, el zulo de Ortega Lara y los demás casos de violencia terrorista, tanto de ETA como de otros grupos de distinto color político o religioso (yihadismo), sí son objeto de atención memorial y ciudadana en el centro «Memoria de las víctimas del terrorismo», inaugurado en Vitoria en 2021, como lo serán en otro de similares características pendiente de ubicar en Madrid. Por otra parte, sería preferible escoger mejor las fuentes de información. La fuente en la que basa su información es CCC, asociación heterogénea, pero donde no son extrañas las querencias franquistas, según testimonian las alabanzas a Ramón de Carranza como “héroe de guerra” que “murió antes de que existiera el régimen de Franco” Así figura en el twitt de CCC del 25 de junio de 2021 alabando a Ramón de Caranza “una persona muy querida en Cádiz”, a quien el alcalde Kichi le había quitado el nombre del estadio de fútbol por «franquista». Sin embargo sabemos que Carranza murió a mediados de septiembre de 1937 participando su familia en el “terror caliente “ de los primeros meses de guerra y de la columna de señoritos que se dirigió a la zona del Condado y a Huelva. Se lo puede demostrar cualquier investigador.
    Puede ilustrarse con la publicación en nuestro blog del artículo de F. Espinosa https://conversacionsobrehistoria.info/2022/03/26/cadiz-verano-de-1936-el-terror-judicial-militar-en-accion/

  4. El problema de Alfonso es que elige fuentes filofranquistas para afianzar sus ideas. Y claro, entonces el sesgo de sus comentarios es más que evidente. Si a las víctimas del franquismo se le hubiera dado el mismo trato que a las de ETA, o a las víctimas de los «rojos», ya no quedaría ninguna fosa por exhumar ni ningún memorial por construir. Entre la izquierda y la derecha política hay un consenso reseñable a la hora de recordar a las víctimas de ETA. Ese consenso se pierde con las víctimas del franquismo. El comentario de Alfonso viene a demostrar lo que digo.

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