Carlos Fernández Rodríguez, historiador de la militancia comunista («In Memoriam»)

Mauricio Valiente
Santiago Vega

 

El pasado viernes 19 de abril nos comunicaron el repentino fallecimiento de Carlos Fernández Rodríguez. No nos lo podíamos creer. Apenas unos días antes recordábamos los pasajes de la defensa de Madrid paseando por el Parque del Oeste y tomábamos un café en una terraza del Paseo del Pintor Rosales. Había solicitado unos días de licencia en el Archivo Histórico de la Nobleza para acompañar a su padre en Madrid en una operación de cataratas. Rebosaba salud y no paraba de proponer actividades y planificar proyectos. Hablamos de los debates de la Fiesta del PCE 2024, del Archivo Histórico de este partido y de las próximas conmemoraciones.

La vida y la muerte nos sorprenden a veces con estas dolorosas sorpresas que nos hacen recordar la importancia de cada minuto que dedicamos a nuestros empeños, a los seres queridos, a dejar un mundo mejor y más justo. Relataba con expresividad cómo había salido hacía muchos años de un despacho notarial cercano al bar donde estábamos sentados, arrancándose la camisa para liberar la tensión de un mundillo que le ahogaba. El mismo gesto que repitió años más tarde cuando fue despedido de su labor como asesor histórico de Óscar Alzaga.

No podemos ni imaginar lo que puede estar pasando su familia. Una vida truncada de manera inesperada. Sí podemos explicar lo que nos deja, seguramente muy poco -comparado con lo que hubiera realizado de haber podido continuar su trayectoria investigadora- pero de una coherencia, compromiso y calidad incuestionable. Carlos Fernández Rodriguez, doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid, no tuvo suerte en el mundo laboral. Careció de oportunidades de hacer carrera académica, por lo que se encaminó al mundo de la archivística, pero no le entusiasmaba el Archivo Histórico de la Nobleza, en cambio, se hubiera realizado plenamente en el Archivo Histórico del PCE. Sin embargo, ha destacado como historiador con un perfil muy marcado. Durante largos años de investigación se convirtió en el mejor conocedor de la militancia comunista en los años más duros de la dictadura franquista. Son obras de consulta obligada sus trabajos Madrid clandestino (Fundación Domingo Malagón, 2002) y Los otros camaradas. El PCE en los orígenes del franquismo (Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2020). En ellas el protagonismo es de la militancia de base, la que arriesgó sus vidas en la lucha contra el franquismo, cuando la ideología sustentaba la valentía para enfrentarse a la dictadura. En ambos estudios abordó esa dedicación de los militantes clandestinos con todo el rigor, sin ahorrarse algunas miserias, los dramas y las contradicciones propias de un tiempo de sacrificio no exento de dogmatismo.

Trabajador infatigable en la Sección de Historia de la Fundación de Investigaciones Marxistas y del Consejo de Redacción de la revista Nuestra Historia, donde se mostró siempre muy activo y dispuesto a colaborar con el mejor ánimo y disposición. Carlos Fernández fue, por tanto, un historiador comprometido con su sociedad, con la memoria antifranquista, pero desde luego no cayó en el error de la apología o la descripción acrítica. Cuando celebramos el centenario de la fundación del PCE, quiso colaborar en el libro colectivo basado en testimonios y que finalmente se tituló Comunistas contra Franco. La fuerza de un compromiso (Los Libros de la Catarata, 2022). Llegamos a tener dudas si un relato tan crudo serviría a la finalidad de divulgación que nos habíamos marcado. Pero de la discusión y el trabajo colectivo de los autores se traslucía el amor y la admiración hacía unas mujeres y hombres que por serlo, con todas sus aristas y renuncias, son lo más ejemplar de nuestra historia.

Siempre recordaremos la franqueza de su expresión, su honradez y entrega en las presentaciones de sus libros. Uno de nosotros le escuchó con admiración hace más de veinte años en el viejo local de la calle Ruiz Palacios, justo al lado de donde vivía una de esas heroínas protagonistas de sus libros, Petra Cuevas, fundadora del sindicato de la aguja e indeclinable militante comunista hasta el final de sus días. Con el hilo rojo de Petra está tejida nuestra democracia y la lucha permanente por la justicia social, con los libros de Carlos Fernández Rodríguez contaremos con la memoria escrita de esa epopeya.

presentación del libro La lucha es tu vida. retrato de nueve mujeres combatientes republicanas (foto del blog de Carlos Fernández)

Fuente: Conversación sobre la historia

Portada: Espai Marx

Ilustraciones: Conversación sobre la historia

Artículos relacionados

UN SIGLO DEL PCE (4). Camaradas de un comité menor. Una larga guerra civil (1936-1947)

UN SIGLO DEL PCE (2). El cambio, el tiempo y la cárcel: «aquí (no) hemos venido a estudiar»

Un siglo de comunismo en España

La frontera salvaje. Un frente sombrío del combate contra Franco (1944-1950)

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí