Generalmente se cree que los inmigrantes han desplazado a los trabajadores autóctonos en Europa. Algo ampliamente creído, pero falso.

Piero Esposito *
Stefan Collignon *
Sergio Scicchitano *

 

 

La llegada en 2015 de más de un millón de refugiados, en su mayoría de Oriente Medio y el norte de África, sacudió a la Unión Europea hasta sus cimientos una vez más. Los viejos demonios del nacionalismo y la xenofobia resurgieron, los partidos populistas antieuropeos ganaron fuerza y la insistencia en la «soberanía nacional» bloqueó las soluciones compatibles con los principios europeos y la dignidad humana.  Muchos europeos todavía parecen temer que la admisión de la migración signifique que las poblaciones nativas saldrán perdiendo, ya que los recursos públicos se desviarán a los inmigrantes. Aún más importante, temen que los inmigrantes les quiten «sus» puestos de trabajo o dificulten que las personas desempleadas los encuentren.

Según una edición especial del Eurobarómetro de 2018, la mayoría de los ciudadanos de la UE tienen actitudes negativas sobre la inmigración, especialmente la de países no pertenecientes a la UE: el 38 por ciento piensa que la inmigración de fuera de la UE es más un problema que una oportunidad. En cuanto al mercado laboral, casi cuatro de cada diez encuestados coinciden en la afirmación de que los inmigrantes quitan puestos de trabajo a los trabajadores autóctonos.

Trabajadores de la construcción (foto: M. Casamayon/Cinco Días)

El impacto de la inmigración

Hemos evaluado los efectos de la inmigración sobre el desempleo a corto y largo plazo, investigando la muestra de los 15 países de la UE anteriores a las ampliaciones del s. XXI[1], divididos en centro y periferia, de 1997 a 2016. Intentamos responder a estas preguntas: ¿tiene la inmigración un impacto diferente en el desempleo en los países centrales y periféricos?; si lo tiene, ¿está relacionado con las características del mercado laboral? y ¿hay alguna diferencia entre el corto y el largo plazo?

En nuestro modelo econométrico estimamos el desempleo en función del producto interno bruto y las entradas de inmigración. A corto plazo, una cuestión clave es saber si los empleos ocupados por autóctonos e inmigrantes son complementarios o, por el contrario, estos últimos podrían sustituir a los primeros. En general, una alta tasa de substitución haría que la inmigración aumentara temporalmente el desempleo, pero el resultado dependería del grado de flexibilidad de los mercados laborales.

Tuvimos en cuenta el papel de la flexibilidad del mercado laboral mediante la introducción de la tasa de desempleo obtenida de los datos de Eurostat y un índice de protección del empleo (IPE) derivado de los datos nacionales de protección del empleo recopilados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, ambos puestos en relación con las entradas de inmigración. A continuación, calculamos el impacto específico en cada país de estos datos sobre el desempleo.

Preveíamos que el efecto a largo plazo de la inmigración sobre el desempleo estaría relacionado no sólo con la complementariedad frente a la posible sustitución en el trabajo. También entrarían en juego las divergencias en la especialización laboral y, en casos de alta superposición de empleos, el incentivo para que los trabajadores nativos cambien su oferta de trabajo.

Oficina de empleo de la Comunidad de Madrid (foto: Juan Manuel Prats)

Mejora de las perspectivas de crecimiento

A largo plazo, constatamos que la inmigración redujo el desempleo en todos los países periféricos de la UE estudiados. Los trabajadores migrantes complementan a los trabajadores nativos y mitigan las consecuencias negativas del envejecimiento de la población y los desajustes de habilidades. Por lo tanto, la inmigración es crucial para mejorar las perspectivas de crecimiento a largo plazo de estos países.

En los países centrales, en general no hubo un impacto a largo plazo de la inmigración en el desempleo, debido a la heterogeneidad sustancial dentro de la muestra. Sin embargo, las estimaciones específicas de cada país proporcionaron pruebas de que la inmigración podría haber reducido el desempleo en Francia, Alemania y el Reino Unido.

Incluso a corto plazo, para la UE-15 en su conjunto encontramos la confirmación de que la inmigración redujo el desempleo. Sin embargo, la magnitud del efecto dependía de las características de los mercados de trabajo nacionales, limitándose cuando la protección del empleo era alta y la actividad baja.

En el gráfico que figura a continuación se muestran los coeficientes específicos de cada país, calculados aplicando el promedio de los dos indicadores (índice de protección al empleo y tasas de desempleo) para cada país. Los mayores efectos de reducción del desempleo se produjeron en los tres países escandinavos, el Reino Unido e Irlanda, mientras que Grecia, Italia y Portugal mostraron los impactos más bajos. Para la mayoría de los países, el resultado fue impulsado principalmente por la tasa de desempleo, pero para el Reino Unido y Portugal el índice de protección al empleo tuvo un efecto sustancial.

Tres grupos de países

El dualismo centro-periferia es menos evidente que una división en tres grupos de países. En los países escandinavos y anglosajones, el efecto a corto plazo de la inmigración sobre el desempleo es en gran medida positivo (es decir, reduciéndolo), debido a las altas tasas de actividad en los primeros y la baja protección del empleo en los segundos. El grupo de los tres países periféricos con peor resultado (Italia, Grecia y Portugal), pertenecen al sistema de bienestar del sur de Europa y muestran impactos pequeños o insignificantes. El resto de países, entre ellos España y antiguos países continentales, revelan impactos positivos pero moderados.

Impactos marginales a corto plazo de la inmigración en el desempleo (%) por países

 *Coeficiente estimado * índice de protección al desempleo (eje dcho.)  * índice de desempleo (eje dcho)

Fuentes: OCDE (IPE), Eurostat (tasa de desempleo), cálculos propios. La tasa de actividad se divide por 10 para mejorar la legibilidad de la figura

Nuestros resultados muestran que, durante el período anterior al 2016 (año del referéndum ‘Brexit’), en el Reino Unido la inmigración fue beneficiosa para reducir el desempleo. El argumento antiinmigración que alimentó la campaña del Brexit parece, en consecuencia, injustificado. Incluso en Italia, las reclamaciones contra la inmigración no se sostienen en una perspectiva a largo plazo. Los costes de ajuste que han reducido el potencial de la inmigración para reducir el desempleo han sido impulsados por las debilidades de un mercado laboral de alto desempleo y rigidez relativa. Ambas características suponen una carga para las perspectivas de crecimiento del país, independientemente del papel de la inmigración, y los esfuerzos de política deben dirigirse a aumentar su competitividad.

La actitud contraria a la inmigración podría contrarrestarse con políticas laborales adaptadas al grupo más desfavorecido de los países periféricos: el de los jóvenes que experimentan altas tasas de desempleo. Estas políticas podrían ser más eficaces si pudiéramos lograr la coordinación a escala europea.

[1] Desde 2004 en la UE han entrado 13 países del este de Europa, junto con Malta y Chipre

Piero Esposito is an assistant professor at the University of Cassino and Southern Lazio and adjunct professor at the LUISS School of European Political Economy in Rome. His research focuses on European economic integration, competitiveness, international trade and applied econometrics.

Stefan Collignon is professor of political economy at Sant’Anna School of Advanced Studies, Pisa, having been centennial professor of European political economy at the London School of Economics and Political Science (LSE). He is author of numerous books on the EU and the political economy of regional integration.

Sergio Scicchitano is senior researcher at the National Institute for Public Policies Analysis (INAPP) in Rome (views expressed here do not necessarily reflect those of INAPP) and a research fellow at the Global Labor Organization. He received this year’s Kuznets Prize.

Traducción: Luis Castro. Conversación sobre la Historia

Fuente: Social Europe 7 de febrero de 2022

Portada: trabajadoras temporeras recogen fresas en un invernadero de la provincia de Huelva (foto: Pablo Tosco)

Ilustraciones: Conversación sobre la historia

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