La caja de  herramientas para comprender el franquismo se va renovando cuando se analiza la represen­tación de la figura de Franco y el modo en que ha estado presente en la sociedad española a través de la historiografía, los ensayos, la cinematografía, las obras artísticas o Internet. Hubo un  tratamiento inicial que se le otorgó como un héroe ungido por la divina providencia, para continuar con el mensaje del resistente ante Hitler o de introductor de la monarquía democrática. Este enfoque se ha perpetuado tras su muerte y ha llegado hasta nuestros días de la mano de nostálgicos, del neofranquismo y del revisionismo. La producción cultural sobre el dictador continúa en el siglo XXI. Su figura sigue siendo objeto de estudio de los historiadores, pero también de los polemistas, los comunicadores, el movimiento memorial, el cine o la televisión. La irrupción de Internet ha contribuido a la difusión de un personaje halagado, pero también desmitificado, especialmente a través de las herramientas del humor, como los memes, esas unidades cómicas que han desprovisto de su aura a quien fue Caudillo de España.

Matilde Eiroa

Universidad Carlos III de Madrid

 

La obra que presentamos en este blog introduce a los lectores en el marco histórico de las representaciones de la figura de Franco desde su etapa en la Guerra Civil hasta nuestros días. Es una larga trayectoria que muestra, no sólo los perfiles difundidos durante la dictadura, sino también aquellos que fueron transmitidos en los años de la Transición a la democracia y en los actuales tiempos tecnológicos de Internet. La ingente producción historiográfica, periodística, cinematográfica, artística y digital da cuenta del diseño del traslado a la sociedad de un personaje fundamental del siglo XX español.

Los modos de representación del pasado abarcan terrenos de la ficción -escrita o audiovisual-, la memoria, las tecnologías informáticas y la historia. Las distintas acepciones del término “representación” incluyen aquella que se refiere a la presentación pública de una persona u objeto y constituye un concepto válido para pensar sobre la construcción de identidades, jerarquías, poder y dominación política. Roger Chartier, en su libro traducido al castellano El Mundo como Representación. Historia Cultural: entre práctica y representación (Gedisa, 1992), reflexionó en torno a los efectos de las imágenes del mundo en los individuos y los colectivos. Paul Ricoeur en La memoria, la historia, el olvido (FCE, 2004: 307-360) consideró que este término se refiere a la forma en que el relato historiográfico se aproxima a la verdad transmitiendo el pasado a través de la crítica documental y la interpretación, un nivel diferente al de la memoria en su identificación del pasado.

Los estudios sobre representaciones pueden ser vistos como trabajos alejados de los historiográficos en cuanto que en su análisis cuentan los significados e impacto social de las imágenes, los símbolos o los iconos, unos elementos en principio ajenos a los hechos objetivos con los que se construye el pasado. Sin embargo, permiten comprender cómo se construyen las percepciones, los comportamientos y los juicios sobre personajes o eventos históricos, es decir, componentes tan reales como cualquier acontecimiento concretado en el espacio y el tiempo.

Las investigaciones sobre la biografía de Franco han dado unos frutos muy relevantes en el conocimiento de aspectos que han venido a transformar el relato propagandístico del franquismo en otro relato propio de la historia profesional. Entre otros se podrían citar los textos de Antonio Cazorla, Juan Pablo Fusi, Enrique Moradiellos, Paul Preston, Alberto Reig o Ángel Viñas, por mencionar algunos de los más conocidos por sus importantes aportaciones a la comprensión de su figura. Asimismo, tenemos importantes contribuciones de aspectos específicos, como el militar, la profesión y el carácter que dominó la vida y acción del dictador, como las de Gabriel Cardona o Carlos Blanco Escolá. Se han analizado, asimismo, los factores que confluyeron en la construcción de su imagen, una estrategia exitosa impuesta desde los Servicios de Prensa y Propaganda y desde el Ministerio de Información y Turismo nacido en 1951 para mayor gloria de la dictadura. Francisco Sevillano, Zira Box o más recientemente Luis Castro, son algunos autores que han revelado las estrategias comunicativas para persuadir a la sociedad de las habilidades sublimes del dictador, a saber, su heroicidad, austeridad, disciplina, esfuerzo, trabajo, honestidad y tantas otras que hablan de un personaje excelso.

Franco, de héroe a figura cómica…, recorre estas materias, pero se introduce en otras no abordadas por la historiografía. No se trata de una biografía, sino que su objeto de interés se centra en los perfiles con los que Franco fue presentado, sus transformaciones acomodaticias al entorno político mientras vivió, así como la representación de su figura tras su muerte, visible tanto en los medios convencionales como en el universo de Internet.

La obra se inicia con un prólogo de Ángel Viñas y se divide en cuatro capítulos y un epílogo que recorren la amplia trayectoria de la representación del personaje, cuya vigencia se prolonga interminablemente varias décadas después de su fallecimiento. En el primero se explica la creación del mito de Franco y la mutación de su figura a lo largo de los años en que vivió, según las coyunturas que atravesó el régimen, una mutación concebida para su mantenimiento en el poder a pesar del transcurso del tiempo y del deterioro físico. En él se aprecian los perfiles difundidos, los espacios y lugares donde se realizó la propagación de su imagen en la vida pública, desde los sellos y monedas hasta las esculturas, las estatuas ecuestres, la aparición en el NODO y más tardíamente en la televisión. Asimismo, se incluye un apartado sobre la visión tragi-cómica del personaje que circuló en los relatos de humor y chistes más conocidos de la época.

Fuente: Archivo de RTVE.es

El segundo capítulo analiza los perfiles difundidos durante la Transición a la democracia. Este es un tema novedoso porque, como hemos mencionado, la obra no es sobre la vida de Franco sino de su representación. En sus páginas se podrá observar un cambio relevante del discurso oficial propagado durante los años de franquismo, obra, sobre todo, de historiadores que revisaron el relato de la superioridad del mito desde el momento en que se abrieron tímidamente los archivos y pudieron formular un relato revisado con fuentes, más próximo a la realidad del personaje. No obstante, se muestra la continuidad del discurso hagiográfico o laudatorio en ensayos procedentes de autores pertenecientes a círculos sociales, políticos y mediáticos resistentes a un análisis profundo y partidarios de la prolongación de la leyenda del héroe. Como se indica en el apartado correspondiente del capítulo, la producción cinematográfica de los años ochenta y noventa abordó el tratamiento del personaje desde un enfoque crítico y satírico, en algunos casos con guiones de una gran creatividad ficcional. La producción literaria, en cambio, apenas se ocupó de Franco, en contraste con la Guerra Civil, caudal inagotable de inspiración para los escritores. Finalmente se repara en la opinión pública vertida en esos años de final de siglo acerca de quien fue Caudillo de España, una opinión no muy positiva, como revelan las encuestas.

Cartel de la película Madre Gilda (Francisco Regueiro, 1993)(foto: cartelesdeciune.wordpress.com)

El capítulo tercero se adentra en las dos décadas del siglo XXI donde comparten espacio la línea continuadora del discurso halagador de la vida y obra de Franco junto a la aportada por la historiografía con la contrastación de fuentes. La idea de un personaje heroico, militar invencible, buen gestor, promotor de la modernización de España en los años sesenta persiste en los escritos de algunos historiadores, periodistas, ensayistas y publicistas de distinto carácter. Como se explica en las páginas correspondientes, es una tendencia insistente, a veces muy ruidosa, que intenta demostrar la superioridad de sus méritos y acciones. La leyenda se reconfigura y examina bajo un prisma que rechaza las evidencias de los documentos de archivos que van siendo desclasificados y publicados en obras donde se evidencia una acción no tan exitosa y una personalidad ni tan honesta ni tan entregada al bien de la patria como se difundió en los años precedentes.

Además de los estudios de los historiadores, el mito en el siglo XXI está siendo desmontado por parte de agentes sociales diversos a través de expresiones culturales, artísticas o reivindicativas. El arte ha emitido su opinión con piezas, a veces irónicas y satíricas, pero con mensajes reveladores de su faceta más violenta, como se advierte en los ejemplos incluidos en las páginas de este capítulo.

Igualmente se ha realizado un recorrido por las múltiples facetas que presentan a Franco como foco central de películas, documentales y cortometrajes, incluido el género de la comedia. En lo referente a los medios audiovisuales en este capítulo se señala la diferencia entre aquellas producciones que ofrecen una visión crítica del personaje, frente aquellas que lo presentan como un gobernante normalizado o humanizado, a través de la exhibición de sus prácticas en la vida cotidiana, como la relación con su esposa, sus aficiones o el ocio. Este es un enfoque señalado por Vicente Sánchez Biosca, consistente en la creación de productos culturales marcados por una moda nostálgica y el diseño cosmético de un pasado dramático que se construye mitificando la época y no con la voluntad de contribuir a su comprensión. Los estudios retrospectivos se venden bien como un pasatiempo vinculado a la nostalgia, pero esa visión retro sustituye la dureza del franquismo por el recuerdo de la inocencia y bondad del pasado en el que se vivió la adolescencia y juventud. Asimismo, se incluye el factor del humor manifestado en el teatro, en programas televisivos y en el cine a modo de intento de desmitificar al mito y convertirlo en una figura desprovista de la reputación del héroe salvador de la patria.

Punching Franco, obra de Eugenio Merino (foto: Efe)

 

Finalmente, el último capítulo aborda la representación del dictador en Internet. La presencia de Franco en lo que hemos denominado “el entorno digital”, entendiendo por tal al conjunto de objetos, elementos y estructuras virtuales dedicados a su figura, no es muy amplia, a pesar de que existan fundaciones y colectivos creados a tal efecto. En este entorno hemos comprobado el mantenimiento de las dos líneas mencionadas para su representación en los sitios convencionales, es decir, el relato mitificado conviviendo con el relato desmitificador. Conviviendo con estas aproximaciones, encontramos una tendencia que trivializa, ironiza y despoja de su aura con herramientas de la comedia a ese personaje presentado durante años como austero, honesto, superior al resto de los españoles y providencial. Esta tendencia circula abundantemente por el universo de Internet, desde las plataformas sociales a la mensajería instantánea. En este marco, se ha analizado el uso que la memética -unidades cómicas distribuidas a través de plataformas sociales con gran alcance social-, ha hecho de su figura. La ridiculización del antiguo superhombre en estos iconos de la sátira resulta un fenómeno singular en plena época de extensión del uso de Internet. El capítulo finaliza con sendos estudios de la memética y el humor en la coyuntura de la exhumación de su cadáver del Valle de los Caídos y el uso que se hace de la imagen del antiguo Generalísimo para opinar sobre temas de la actualidad política, como el separatismo catalán o el exceso de convocatoria electorales durante 2018-2019.

Fuente: Twitter

La elaboración de Franco, de héroe a figura cómica…. se ha basado en la bibliografía muy numerosa sobre el dictador y en las fuentes primarias que proporcionan los archivos, las hemerotecas, los repositorios digitales y el análisis cualitativo de objetos digitales sobre Franco, como páginas web, blogs y redes sociales. Las investigaciones exhaustivas de Ángel Viñas han sido fundamentales en cuanto que presentan el lado más oculto de la personalidad y acción del General, el perfil más profundo de un gobernante cuyas características reales fueron las opuestas a las descritas por su corte de hagiógrafos. Algunas de sus contribuciones pueden leerse en su blog. Asimismo, los trabajos de Zira Box, Antonio Cazorla, Enrique Moradiellos, Alberto Reig, Francisco Sevillano Calero, y Laura Zenobi, han constituido una lectura básica. Igualmente, se ha recurrido a los numerosos autores que han escrito ensayos laudatorios sobre el antiguo Caudillo, desde los iniciales de los años treinta procedentes de la pluma de Joaquín Arrarás a los de Ricardo de la Cierva y los más recientes ensayos de Stanley Payne o Francisco Torres.

Las hemerotecas digitales han sido fundamentales en la investigación, especialmente las del periódico ABC, La Vanguardia, El País y otros medios disponibles en acceso abierto. La contribución de prensa nacida en el siglo XXI, como Público.es, Infolibre.es y Eldiario.es, ha sido primordial para la recogida de información sobre la presencia de Franco en la actualidad. Asimismo, se han examinado documentales de época, películas y series de televisión que se verán citados a lo largo del libro.

Las fuentes archivísticas consultadas fueron recogidas hace bastante tiempo en los archivos de la Fundación Nacional Francisco Franco, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Presidencia del Gobierno, estos últimos depositados hoy día en el Archivo General de la Administración en Alcalá de Henares.

La inspiración directa de este estudio reside en la lectura exhaustiva de otro de Gavriel D. Rosenfeld titulado Hi Hitler! How the nazi past is being normalized in contemporary culture (2014). En él su autor expone el modo en que el Führer ha ido instalándose en la vida cotidiana a través de las distintas expresiones culturales, como el cine, la literatura y la historia, especialmente en aquellas que propagan los negacionistas del Holocausto. Hemos de recordar la caracterización burlesca que protagonizó Charles Chaplin en la película El gran dictador, un ejemplo magistral de cómo se puede representar a un dictador con herramientas de la comedia y la sátira.

Hitler tiene un alcance internacional como consecuencia de la dimensión mundial de sus actuaciones y la utilización de su personalidad y gestos puede advertirse en numerosos países, soportes y creaciones de ficción. Rosenfeld plantea que esta presencia habitual de Hitler ha significado una normalización del personaje, en el sentido de convertirlo en una figura ambigua, casi perteneciente a la vida cotidiana, con representaciones acomodaticias, a veces cómicas, manipuladas y alteradas con herramientas informáticas. La normalización implica la sustitución de la diferencia por la similitud. Es un concepto relativamente nuevo aplicado por historiadores y otros científicos sociales para entender el modo y las razones por las cuales el pasado se comprende de forma diferente a lo largo del tiempo. En este proceso el pasado pierde las características que le hacen distinto, de tal modo que un legado histórico específico llega a ser percibido como cualquier otro. Puede servir para conformar un grupo identitario, permitiendo a las naciones y a los colectivos apreciarse a sí mismos como análogos, en vez de como colectivos singulares. Incluso puede llevar a los gobiernos a equiparar sus políticas de memoria a países con problemas de gestión de su pasado, aunque los contextos sean diferentes.

A pesar de las diferencias entre Hitler y Franco, entre las que se encuentra la larga duración de la dictadura en España frente al III Reich, hemos comprobado ciertos paralelismos en el modo en que están siendo tratados por la cultura contemporánea. En los dos casos fue común la utilización de la propaganda para potenciar su imagen en la sociedad y hacerla omnipresente en el momento en que vivieron. Pero también la existencia de una visión bipolar, es decir, por un lado, el enfoque continuista de la versión laudatoria difundida en la época en la que ambos estuvieron al frente de sus gobiernos, y por otro una perspectiva de análisis riguroso con los personajes y sus obras. En el siglo XXI y la era de Internet los dos jefes han sido protagonistas de películas, fotografías, memes, videos y gifs en los que se caricaturizaban sus gestos y discursos.

Rosenfeld apunta, igualmente, la tendencia existente por parte de revisionistas y negacionistas de introducir a Hitler como un dirigente no tan demoníaco, sino como un producto de su tiempo que tuvo que reaccionar de manera violenta ante las necesidades alemanas de expansión y la supuesta amenaza de los judíos y bolcheviques a su civilización.

El caso de Francisco Franco es más modesto. Sus actuaciones no tuvieron el impacto internacional de las del Führer, si bien su acción en la Guerra Civil española, la condición de aliado de los gobernantes nazi-fascistas, así como su posicionamiento en la Guerra Fría, impulsaron su retrato a las portadas de medios de comunicación internacionales. Sin embargo, el relegamiento tras las fronteras españolas y la condición de último dictador de Europa occidental le ubicaron en uno de los puestos más bajos de la relevancia de los gobernantes coetáneos. Fuera de nuestras fronteras es poco conocido y, lamentablemente, no suele estar incluido en los estudios sobre dictaduras o dictadores. En el publicado por Frank Dikötter sobre el culto a la personalidad de los dictadores están analizados Mussolini, Hitler, Stalin, Mao, Kim Il Sung, Duvalier, Ceauçescu y Mengistu de Etiopía. Franco es ignorado.

Con este estudio pretendemos que los lectores encuentren una explicación del modo en que el personaje ha llegado hasta nuestros días, quiénes son sus autores, qué mensajes envían a la sociedad, a través de qué soportes -escritos, audiovisuales o digitales- y las razones que les mueven. Su escritura divulgativa aspira a que alcance al mayor público posible y que contribuya a distinguir entre el rigor de la historia y la manipulación de la historia, ésta última presente en la sociedad desde tiempos inmemoriales.

Montaje con las diez portadas de la revista Time en las que apareció la imagen de Franco entre el 24 de agosto de 1936 y el 27 de junio de 1977 (foto: Fundación Nacional Francisco Franco)

Índice

Prólogo de Ángel Viñas

Introducción

Capítulo 1. Franco en el franquismo: la mutación del icono en la dictadura

  1. Ensalzamiento y mitificación del salvador de la patria
  • El culto a una personalidad sin fisuras
  • El perfil que plasmaron los artistas
  1. La normalización del mito
  • El héroe asentado a pesar de la incomprensión de Occidente
  • El héroe envejecido o el abuelo de la patria
  • No fue posible la inmortalidad
  1. La visión tragi-cómica: Franco en los chistes

Capítulo 2. Franco en democracia (1975-2000): la convivencia del discurso hagiográfico con el democrático

  1. Un mandatario providencial: resistencia ante su sustitución
  2. El relato del buen gobernante en la bibliografía postmortem
  3. Ni providencial ni buen gobernante: un balance de la revisión del discurso oficial de la dictadura
  4. La representación de Franco en la ficción: creación literaria y cinematográfica
  5. La opinión de la calle recogida en las encuestas

Capítulo 3. Franco a comienzos del siglo XXI

  1. Un gobernante imborrable en el espacio público
  2. La literatura del neofranquismo y el mal llamado revisionismo: el

relato actualizado del mito de Franco

2.1. La contribución de comunicadores y ensayistas

2.2. La escritura de la historia: una interpretación conocida del pasado

  1. Un gobernante ejemplar que no es tal: el mito acabado

3.1. Una mirada desde el periodismo

3.2 La escritura de la historia: una interpretación contrastada del pasado

  1. La exhibición de las caras de Franco en las pantallas
    • Lejos de la apoteosis: la visión crítica del personaje
    • Normalización y humanización del dictador
    • Banalización y burla
  2. El dictador según las expresiones artísticas y creativas

Capítulo 4. Franco en tiempos y espacios de Internet

  1. El entorno digital del mito de Franco
  2. El entorno digital de un Franco desmitificado
  3. La memética y el humor como herramientas críticas
  • Franco memetizado: ridiculización y desagravio en los memes de la exhumación del Valle de los Caídos
  • Los memes del General: un comodín de la actualidad

Epílogo

Bibliografía

Fuentes

  1. Archivísticas
  2. Hemerográficas
  3. Digitales (páginas web, blogs, redes sociales, plataformas audiovisuales)

Prólogo e índice de Franco, de héroe a figura cómica de la cultura contemporánea, Editorial Tirant Lo Blanch, Valencia, 2022, ISBN: 978-84-19071-02-6, 329 páginas.

Fuente: Conversación sobre la historia

Portada: archivo de rtve.es

Ilustraciones: Conversación sobre la historia

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