Se han recogido en este blog las concisas y valiosas crónicas que Santiago M. López (*) comenzó el 15 de marzo,  “primer día del mundo c19”,  inicialmente dirigidas por whatsapp a un grupo de amigos y familiares. Así nacieron y  el blog simplemente hizo de portavoz. Hoy se publica la última crónica por ahora. Recuperado el aliento y con más perspectiva quizá pueda seguir más adelante para acompañarnos en la travesía del decrecimiento económico. El blog seguirá dispuesto a poner la lámpara encima del celemín. Nuestro agradecimiento al amigo Santiago M. López por permitir la desprivatización de sus reflexiones. La ventaja que ofrece el blog a sus lectores es que en el Diario completo tiene el calendario de las 23 crónicas.

(*) Santiago M. López, profesor de Historia Económica,  es el director del Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad de Salamanca y presidente de la Asociación Española de Historia Económica.


6 de abril, lunes, vigesimo segundo día del mundo c19. Predicción de salida: entre el 17 de abril y el 1 de mayo. ¿Cuánto vale hoy quedarse en casa? 15 días menos de confinamiento.

Vulnerabilidad, capítulo IV.

había comenzado algún tiempo antes en las partes orientales privándolas de gran cantidad de vivientes, y, continuándose sin descanso de un lugar en otro, se había extendido miserablemente a Occidente. Primera jornada, Decamerón.

Os he acompañado en la subida y en esta meseta hasta el mismo borde. La niebla es densa, pero nada parece indicar que estamos con la mirada en el descenso. Las cepas de SARS-CoV-2 que se han extendido amenazaron el sistema sanitario de forma notable pero sin ningún género de dudas lo ha soportado. Ha habido situaciones puntuales de desasosiego. El número de recuperados y sus potentes incrementos, comparados con otros sistemas sanitarios en los últimos diez días, ha puesto de manifiesto su competencia. Esa capacidad de reacción ha hecho evidentes las carencias de previsión, la velocidad en la toma de decisiones de nuestras autoridades políticas y el coste de imponer los criterios científicos, ante cualquier otro tipo de valoración, tanto entre políticos como entre ciudadanos.

Como aconsejaron las autoridades chinas, una de las cinco claves del éxito radicaba en dejar a los científicos más adecuados, en nuestro caso los del Centro Nacional de Epidemiología – Instituto de Salud Carlos III, la prevalencia de su opinión en cualquier tipo de decisión. Esto, en términos de la escalada que hemos hecho durante las tres semanas pasadas y nuestro largo paso por la meseta, quiere decir que el campo base ha tenido fallos.

Hasta aquí lo que realmente se puede decir con cierta, pero muy limitada, seguridad. Hasta que no pase la pandemia, y se sepa con cuanta virulencia ha atacado SARS-CoV-2 a cada población en cada país, evaluar la altura a la que los políticos y los ciudadanos hemos estado es pretencioso. Todo lo demás, en especial las reflexiones en la meseta (Vulnerabilidad I, II y III) son “maniobras orquestales en la oscuridad”, tan solo sospechas, ni tan siquiera conjeturas, porque las hipótesis de lo que es SARS-CoV-2 cambian constantemente. Hasta que no dispongamos del estudio de seroprevalencia, que nos diga la población infectada y nos refleje lo que nos ha sucedido y nos está sucediendo, es muy poco lo que se puede decir. Tal vez tan sólo la última frase de ayer, en nuestro pecado ha estado nuestra virtud y al contrario. Lo expresó hace un par de días Jesús Castilla, experto del Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública:

«Los hospitalizados, los pacientes de las UCIs y los fallecidos son la parte negativa; pero la positiva es el desarrollo de inmunidad. Uno es el precio que hemos pagado y, el otro, lo que hemos conseguido..»

¿Qué me queda de estos tres últimos días? Con honestidad, lo único que puedo decir es que no sé si las grandes agrupaciones al aire libre causaron más o menos estragos que los vagones de cercanías repletos. No, no puedo asegurarlo. Pero mi humilde apreciación, tras buscar aquí o allá la luz, intentar eliminar el ruido, los sesgos, sin conseguir nunca una confiabilidad suficiente, ni asegurar que estoy mirando con prismáticos que no me desvían, es, que no hacer la confinación estricta para la actividad económica los días laborales creo que ha pesado. Como dije al principio, no es economía es ciudadanía.
Y ahora un poco de ciencia ficción. ¿Cómo creo que es el abominable monstruo de las nieves de la meseta que estamos a punto de abandonar? Creo que muta, es decir, que todo lo que diga a continuación puede no ser válido desde hoy en adelante. Pero me parece que va más rápido cuando la temperatura es pre-primaveral, que prefiere poblaciones que tengan grandes ciudades que actúen como sumideros de todo a su alrededor y, lo que más me cuesta decir de él y no tengo nada claro es, que tal vez le guste más los espacios cerrados, pero eso no quiere decir que no aproveche las aglomeraciones de cualquier índole en espacios abiertos.

Hasta aquí llegó la meseta. Nos vemos mañana en la bajada, espero, para observar el experimento de decrecimiento económico en el que entramos. Ha sido un placer recibir los cientos de comunicaciones, vuestros informes y las críticas. Pero yo ya no tengo mucho que decir como “vaticinador metido a virólogo amateur”, tal vez que nos vemos en mayo.

GRACIAS, DELGADA LÍNEA VERDE

Santiago M. López

Portada. Edward Hopper. Carretera de cuatro carriles (1956) Museo Whitney de Arte Estadounidense


Diario completo

Entrevista que le efectuó Victoria Gonzalez  en la revista «Muy Interesante»

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